De arquitecto en París a profesor en la plaza del Veinte de julio
- tejedoresipes
- 16 feb 2017
- 2 Min. de lectura
Nos sentamos a tomar un café con Alexander Wateridge, un joven de 28 años que nació en Inglaterra y que dicta clases de inglés en un programa de voluntariado en la plaza distrital de mercado Veinte de julio. Es un joven agradable que se ve feliz de estar en la capital de Colombia. Nos cuenta sobre su experiencia como profesor y también sobre la decisión -radical, para algunos- de dejar su trabajo en Europa y mudarse a nuestro país para poder continuar con su labor educativa.

Alex vive en Bogotá desde septiembre y desde octubre ha dictado clases de inglés en la plaza la Perseverancia y, después, en la plaza del Veinte de julio. Habla de su trabajo como voluntario con pasión y alegría, hace referencias a que su vida es más significativa gracias a su nueva vocación y nos cuenta que estaba cansado de algunas situaciones superfluas por las que tuvo pasar en el viejo continente. Nos contó algunos detalles por los que decidió hacer un cambio en su vida… “dejé mi trabajo en Europa y siempre quise viajar a América Latina y después de viajar por un par de países, me recomendaron, muchas personas, que viajara a Colombia. Luego de que llegué me gustó mucho. Empecé a aprender español, encontré un buen apartamento en una buena locación y me uní al programa de voluntarios. Conocí gente genial, amo la ciudad, ¿para qué irse?”

Cuando le preguntamos cómo ha sido su experiencia con los niños en la plaza distrital de mercado, nos dijo: “es fantástica, enriquecedora, genial para ellos, genial para todos los voluntarios que están involucrados. Va más allá de aprender algunas palabras en inglés, es sobre intercambio cultural, es una experiencia divertida, jugamos, interactuamos, nos ayudamos mutuamente.”
También nos habló sobre lo que pensaba de las plazas: “Es maravillosamente honesto, genuino y transparente. La gente que trabaja allá es realmente acogedora (…) Está bien administrado. Es maravilloso es un lugar grandioso, excitante, es una parte muy excitante de la cultura; no es solo un lugar para comprar frutas y verduras.” Nos confesó que había probado ajiaco en la plaza, además de otros platos muy populares en Colombia y que en Inglaterra no se ven como el pescado, los fríjoles, el arroz, algunas frutas y verduras.

Finalmente, Alex, como le dicen sus allegados, nos habló de lo que más le gusta de su trabajo: “los momento personales, cuando aprenden y después de un par de lecciones se siguen acordando y lo disfrutan o, incluso, cuando aprende en cinco minutos, les enseñas diez palabras y en cinco minutos ya las aprenden. No entiendo cómo su cerebro se expande, es muy loco. La apreciación que ellos demuestran, la simplicidad de la relación.”
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