Un maestro
- Moises Felipe Martínez.
- 2 mar 2017
- 2 Min. de lectura
A Daniel Brijaldo, un héroe de todos los días.
Un hombre de edad madura, llega antes en el alba de todos los días, a enfrentar los retos constantes del IPES, la entidad encargada de brindar alternativas económicas para hombres y mujeres que ejercen su actividad económica en el espacio público, en una urbe como Bogotá.
Pocas veces se sabe de Padres cabeza de familia (Padres y madres a la vez) que como él, todos los días de manera religiosa se levanta y guerrea por sus tres hijos… y son sus hijos, la fuerza invisible que le permite “ver” y buscar soluciones a los teje manejes propios del presupuesto, las metas, los indicadores...

Como las historias de radionovela, de esas que se escuchaban cuando no existían los avances tecnológicos de netflix, ni los celulares inteligentes, la web, la tv a color, rememora sus años juveniles, sus pilatunas infantiles, sus historias familiares como hijo de un Carpintero, un enamorado de la madera, un experto artista – ebanista, un economista de profesión…Su rostro, resplandece al recordar esos años, al pensar en sus hermanos, en su Padre Carpintero, su héroe, su amigo, su ejemplo y por breves espacios se transporta al como él y su familia ayudaron en la construcción del barrio de su infancia, las fiestas familiares, los años juveniles, historias de barrio, de vecinos, de amor y disciplina que hoy parecen una fábula, quizás una historia de Macondo, por el realismo mágico… o quizás porque la realidad supera toda ficción.

A decir verdad me gusta escuchar sus historias de almuerzo, en la fábrica de muebles…
Solo hasta hace unos días, todo me fue revelado… entendí la grandeza que hay en los héroes, no en los que nos pintan en las caricaturas con súper poderes o hijos de dioses de otras latitudes, pude ver como la valentía y el coraje de la voluntad humana, se sobrepone a cualquier dificultad.
Vi como el compromiso, el profesionalismo y el amor por lo que se hace son la mejor escuela, la mejor enseñanza… hoy sé que el glaucoma a pesar de ser una enfermedad irreversible no puede doblegar a un hijo de un Carpintero, a un enamorado de la madera, a un experto artista- ebanista, a un Economista de profesión, quien nos enseña con su ejemplo que la limitación es mental y que a pesar de las dificultades no hay tiempo para la depresión, sino para la acción, en el IPES, con el IPES, para el IPES…

¡Gracias Daniel!
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